RESIDENCIA VICINI

Si damos una vuelta por todo el mundo, encontraremos más de una casa con diseños increíbles y dignos de compartir, vitrales hermosos y que son un tesoro para la zona y el país, este es el caso de la Residencia Vicini, en República Dominicana.

Todo comenzó con la llegada de Juan Bautista Vicini a República Dominicana en el año 1860, con sólo doce años. Con el paso del tiempo, Juan tuvo suerte en los negocios gracias a su arduo trabajo y ahorros, logrando adquirir terrenos para el cultivo de caña de azúcar. Poco a poco los Vicini se convirtieron en una de las familias más acaudaladas de dominicana, sin embargo la presión política y económica del dictador dominicano Rafael Leónidas por apropiarse de toda la riqueza nacional, obligó a la familia Vicini a trasladar su residencia al exterior. Sin embargo, la tercera generación de los Vicini participó en el derrocamiento de la Dictadura y en la consolidación económica del país.

De todas las cosas que dejaron, se encuentra una notable residencia. El diseño fue encargado a Antonín Nechodoma, un lugar ubicado en un espacio solar que permite tener áreas abiertas, además de mantener un estilo neoclásico, construido en hormigón armado, techos de madera y láminas galvanizadas. El diseño es complementado por salas elegantes, bellas escaleras y el colorido de las luces que se filtran en vitrales de la escuela de Chicago.

Toda el área interior está pavimentada con mosaicos policromados. En las distintas estancias hay ventanales con vitrales y rejillas de seguridad. El colorido de los vitrales es único, una muestra extraordinaria de los movimientos del Arts and Craft. Algunas obras contienen elementos importados de diversas casas comerciales de Norteamérica y Europa.

Por esta y muchas cosas más, la casa Vicini es un tesoro en República Dominicana, pues en cada brillo de sus vitrales tenemos un pedazo de historia. ¿Conoces más casas como la Vicini? Cuéntanos para dedicarle una nota.

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