Vitrales a lo largo de la historia 0
Los colores vibrantes y los patrones detallados que proyectan estos mosaicos de vidrio coloreado iluminan espacios y cuentan historias que han perdurado a través del tiempo. Acompáñanos en un recorrido a lo largo de la historia del vitral, y descubre cómo este arte ha evolucionado para seguir sorprendiendo al mundo.- mkt carlo
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Descubre el Mundo del Vidrio de Color en la Arquitectura Moderna 0
¡Amantes de la arquitectura, prepárense para un viaje lleno de colores vibrantes y creatividad desbordante! En este blog, exploraremos cómo el uso del vidrio de color ha revolucionado la arquitectura moderna, brindando un toque de alegría a nuestros espacios favoritos.- mkt carlo
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Historia del vidrio a color 0
Alrededor del año 1500 los artesanos de vidrio venecianos elaboraron una serie de vidrios de colores. Posteriormente fabricaron un vidrio blanco totalmente opaco, que se decoró con oro.
El vidrio de colores apareció de forma imprevista durante el proceso de elaboración del mismo, debido a las impurezas de componentes que forman el vidrio transparente.
Se descubrió que ciertos óxidos metálicos añadidos a la mezcla, daban como resultado el vidrio coloreado en masa. Existen restos que indican que en el siglo V los romanos ya utilizaban la mezcla de óxidos para producir el vidrio de color.
Principales óxidos que dan color al vidrio en masa:
- Sulfuro de cadmio: color rojizo.
- Óxido y nitrato de plata: topacio amarillo.
- Óxido de antimonio: verde amarillento.
- Azufre y carbón: negro y topacio.
- Selenita: rojo.
- Óxido de manganeso: violeta.
- Óxido de cromo: verde esmeralda.
- Óxido de cobalto: azul.
- Óxido de hierro: verde oscuro y negro.
- Óxido de cobre: azul celeste.
Historia del Vitral en México 0
El vitral llegó a México muy tímidamente a fines del siglo XVIII y en el siglo XIX tuvo un resurgimiento gracias al Art Noveau.
En el Virreinato el vitral pierde fuerza pues las pinturas murales desplazan al vitral y en el Barroco todo el interés se centró en el retablo siendo imposible desviar la atención a las ventanas.
A finales del siglo XVIII se crean los primeros vitrales en México, en la capilla doméstica del convento jesuita de Tepotzotlán. Así fue que mientras en Occidente se olvida el vitral en México está su surgimiento.
En el Neoclásico el mejor ejemplo del vitral mexicano está en el Santuario de Loreto en la Ciudad de México con la cúpula de vitral más grande de su tiempo, esta cúpula fue compuesta por 24 enormes vitrales.
En el siglo XVIII se vuelve menos popular su presencia, limitada solo al vitral religioso mientras que en las últimas décadas del siglo XIX y primeras del siglo XX hay un gran gusto por el vitral. En 1900 había ya muchos vitrales europeos en México, todos con el mismo estilo, su ejemplo más claro son los vitrales en el castillo de Chapultepec.
Durante el porfiriato ya había en México varios talleres de vitralistas, uno de los más famosos de la ciudad de México fue el taller Pelladini- Marco que se volvió un verdadero taller industrial a finales del siglo XIX.
Ejemplos claros del vitral de la época del art noveau son los vitrales de 1908 de Jaques Grober del edificio que ocupa hoy el palacio de hierro. Y el vitral de Geza Marot en 1914 para Bellas Artes, el plafón para el teatro.
Con la Revolución de 1910 el vitral en México cambia por completo dando espacio a artistas y artesanos mexicanos. Para los artistas mexicanos no fue difícil llevar a cabo monumentales obras vitrales pues estaban acostumbrados a proyectar monumentales obras murales. En un principio la tarea de los vitrales monumentales fue vislumbrar la diversidad mexicana. También en esta época el vitral logró colocarse como obra artística que da un toque de distinción en los hogares de México, gusto que permanece vigente en la época actual.
Técnica de la Vidriera 0
La técnica, los procedimientos seguidos por los artistas en la realización de las diversas artes, desempeñan un papel fundamental en el resultado final de la obra. Sin embargo, en la vidriera, como arte del fuego, la incidencia de la técnica desempeña un protagonismo especial. La vidriera es un arte traslúcido, formado por vidrios de color ensamblados con una red de plomos.
El vidriero dispone de una paleta limitada de colores formada por los vidrios cuyo color está en su masa sobre los que con grisalla, pinta sombras, rasgos, letreros o motivos decorativos. No fue hasta el entorno de 1300 cuando apareció el amarillo de plata que permitió enriquecer la paleta de los vidrieros y poder aplicar en una sola pieza de vidrio distintos colores.
En una vidriera del siglo XIII para realizar una cabeza el maestro necesitaba dos piezas de vidrio, una para el rostro y otra para los cabellos amarillos. Con el amarillo de plata se podía hacer con una sola, dado que para los cabellos no era necesario usar otro vidrio de este color sino que podían pintarse con el amarillo de plata.
Desde el siglo XI la técnica de la vidriera aparece sistematizada por el monje Teófilo en su tratado Diversarum Artium Schedula. En él se describen las diferentes operaciones que deben seguirse para realizar una vidriera: dibujo del cartón, adaptación de los vidrios a éste cortándolos en diferentes piezas, pintura con grisalla de los vidrios, cocción de la misma, emplomado y asentamiento. Son operaciones que han permanecido inalterables a lo largo de los siglos y que hoy, cuando han aparecido nuevos procedimientos, continúan vigentes. La vidriera no es simplemente una pintura pasada a un soporte de vidrio. Requiere el dominio de unos procedimientos que configuran un lenguaje propio en el que la técnica es un instrumento esencial de la creación.
Fórmulas para darle color al vidrio 0
Todos conocemos los vidrios de color, nos encantan ya que los artistas, diseñadores y arquitectos pueden crear infinidad de cosas con ese material. Son caracterizados por su claridad y transparencia. El color del vidrio se le proporciona a las sustancias metálicas que se le agregan a la hora de la fabricación, para alcanzar resultados previamente establecidos, se requiere que los colores sean elaborados con base en óxidos de metales, pues de lo contrario no se lograrán teñir las masas vitrificantes.
Enseguida te compartimos las fórmulas para teñir el vidrio y que el resultado sea el color que buscas.
Amarillo
Se obtiene del óxido de hierro (FeO). Toma otros colores en condiciones especiales del horno y por los materiales usados. El amarillo plata requiere de nitrato (Ag NO) y cloruro (Ag CI) de ese metal. Ciertos tonos de amarillo se logran con el azufre, aunque también el carbonato ofrece las tonalidades de dicho color.
Violeta
Se consigue con óxido de manganeso (MnO2) o con el permanganato potásico (KMnO8), que es más puro y de composición constante. Tanto el bióxido como el anhídrido permangánico (Mn2O2) contenidos en el permanganato se disocian fácilmente por la acción del calor, generando el sesquióxido de manganeso. Mezclando con óxido de hierro, el manganeso imparte al vidrio una coloración amarilla ámbar.
Verde
Se logra del óxido de cromo (CrO). Con mayor frecuencia se emplea el bicarbonato potásico (K2CrO4) que es de color naranja, aunque por la acción del calor se descompone y libera el óxido crómico que imparte al vidrio la tonalidad verde (a baja temperatura, se consigue un bello amarillo).
Azul
Surge del óxido de cobalto. Existe en el comercio un polvo negro con el que igualmente se logra el color, y que se obtiene de la mezcla de protóxido de cobalto (CoO), sesquióxido de cobalto (Co2O3) y óxido salino de cobalto (Co3O4). También se usa el carbonato de cobalto (CoCO3).
Café
Se consigue con el óxido de níquel (NiO). El café violáceo caracteriza a los vidrios sódicos, el violeta a los potásicos y el marrón a los borosilicatos.
Agua Marina
Surge del óxido de cobre (CuO). Se trata de un polvo negro que imparte al vidrio esta coloración, aunque puede ser sustituido por el sulfato de cobre (CuSO4 5H2O).
Rojo
El rojo oro se logra con ácido cloroáurico (HAuCl), brindando una coloración rojo rubí y violácea que tiene gran poder colorante. Por su parte, el selenio mezclado con sulfuro de cadmio producen el rojo rubí. El vidrio rojo se obtuvo desde los inicios de la industria en México, gracias a la acción de elementos químicos como el oro y el estaño. La presencia del plomo favorece la formación de esta coloración. No obstante, las fórmulas para su obtención siempre se han mantenido en secreto, por lo que la producción de vidrio rojo resulta muy limitada aún en nuestros días.